Así como en nuestra condición de ciudadanos debemos reclamar y responsabilizarnos por el devenir público político de nuestro destino y por la configuración de las prácticas de consumo a niveles racionales y justos, también tenemos derecho a exigir de los propios medios de comunicación el ejercicio responsable de sus funciones.
De la misma manera como en el ejercicio ciudadano somos responsables y copartícipes de contar con mejores medios de comunicación.
Es en nuestra doble condición de ciudadanos consumidores donde debemos aplicar el criterio de selectividad de aquellos contenidos que, especialmente en televisión, son de dudosa calidad. El ordenamiento del mercado indica que a mayor audiencia, mayor éxito de los programas y ante este panorama los ciudadanos consumidores (al ser más lo segundo que lo primero, se convierten en funcionales a la mala televisión económica). Por otro lado los medios deben garantizar los mecanismos de credibilidad de sus receptores, siempre y cuando sea el factor ciudadano el que reclame veracidad y honestidad en la presentación de los temas. El problema involucra a periodistas y productores como a empresas.
El diario “The New York Times” se ha propuesto el objetivo de aumentar la confianza de los lectores, cuando en Estados Unidos a través de un estudio del Centro de Investigaciones Pew, se descubrió que el 45% de los norteamericanos cree poco o nada de lo que lee en los diarios. El diario neoyorkino formó una comisión de especialistas que estudió el caso y sugirió algunas cosas. La redacción de forma habitual por parte de los editores de notas que describan la forma como se trabaja en el diario, lo que en la jerga se conoce como “las rutinas de producción”, analizada por la sociología de los emisores, la tarea de seguimiento de los errores, y una respuesta más seria a las críticas que se reciben sobre el diario. Esta comisión recomendó también cubrir más el tema de la religión en los Estados Unidos, reflejar lo que ocurre en el país de forma total", con más información sobre las zonas rurales y mayor cantidad de temas domésticos y culturales.
Simultáneamente en España se presentó un informe encargado a especialistas para encarar las propuestas de reformas al sistema público de radio y televisión. La convocatoria generó polémicas, discusiones y análisis, movilizando la opinión de diversos sectores en relación al papel que el sistema de radiotelevisión pública debe cumplir en España.
Desde hace ya varios años la Unión Europea, a través de su Parlamento, ha elaborado un documento (Código Deontológico) conteniendo orientaciones para los países miembros, en procura de la integración de la sociedad a los requerimientos de la información y la comunicación. Entre otros aspectos sugiere mecanismos de autorregulación, investigación sobre los procesos de producción de contenidos y distribución de señales a través de la participación activa de universidades e instituciones de estudio. Tanto en el caso norteamericano como europeo las recomendaciones puntuales apuntan a precisar las fuentes de información y establecer una clara diferencia entre noticia y opinión. Para el diario “The New York Times”, los especialistas también recomendaron incluir en su sitio en Internet transcripciones completas de entrevistas y en la edición en papel las direcciones de correo electrónico de periodistas y editores para que los lectores se comuniquen con ellos, algo que ya establecen varios medios. En el español” El País” existe la figura del Defensor del Lector, una especie de ombudsman –termino que en un momento se pusiera de moda aquí y luego dejara de nombrarse- para que otorgue respuestas por el mismo medio a los requerimientos de los lectores.
En la agenda de los ciudadanos argentinos podemos incluir también una serie de puntos que mejoren la calidad de nuestros medios de comunicación.
De la misma manera como en el ejercicio ciudadano somos responsables y copartícipes de contar con mejores medios de comunicación.
Es en nuestra doble condición de ciudadanos consumidores donde debemos aplicar el criterio de selectividad de aquellos contenidos que, especialmente en televisión, son de dudosa calidad. El ordenamiento del mercado indica que a mayor audiencia, mayor éxito de los programas y ante este panorama los ciudadanos consumidores (al ser más lo segundo que lo primero, se convierten en funcionales a la mala televisión económica). Por otro lado los medios deben garantizar los mecanismos de credibilidad de sus receptores, siempre y cuando sea el factor ciudadano el que reclame veracidad y honestidad en la presentación de los temas. El problema involucra a periodistas y productores como a empresas.
El diario “The New York Times” se ha propuesto el objetivo de aumentar la confianza de los lectores, cuando en Estados Unidos a través de un estudio del Centro de Investigaciones Pew, se descubrió que el 45% de los norteamericanos cree poco o nada de lo que lee en los diarios. El diario neoyorkino formó una comisión de especialistas que estudió el caso y sugirió algunas cosas. La redacción de forma habitual por parte de los editores de notas que describan la forma como se trabaja en el diario, lo que en la jerga se conoce como “las rutinas de producción”, analizada por la sociología de los emisores, la tarea de seguimiento de los errores, y una respuesta más seria a las críticas que se reciben sobre el diario. Esta comisión recomendó también cubrir más el tema de la religión en los Estados Unidos, reflejar lo que ocurre en el país de forma total", con más información sobre las zonas rurales y mayor cantidad de temas domésticos y culturales.
Simultáneamente en España se presentó un informe encargado a especialistas para encarar las propuestas de reformas al sistema público de radio y televisión. La convocatoria generó polémicas, discusiones y análisis, movilizando la opinión de diversos sectores en relación al papel que el sistema de radiotelevisión pública debe cumplir en España.
Desde hace ya varios años la Unión Europea, a través de su Parlamento, ha elaborado un documento (Código Deontológico) conteniendo orientaciones para los países miembros, en procura de la integración de la sociedad a los requerimientos de la información y la comunicación. Entre otros aspectos sugiere mecanismos de autorregulación, investigación sobre los procesos de producción de contenidos y distribución de señales a través de la participación activa de universidades e instituciones de estudio. Tanto en el caso norteamericano como europeo las recomendaciones puntuales apuntan a precisar las fuentes de información y establecer una clara diferencia entre noticia y opinión. Para el diario “The New York Times”, los especialistas también recomendaron incluir en su sitio en Internet transcripciones completas de entrevistas y en la edición en papel las direcciones de correo electrónico de periodistas y editores para que los lectores se comuniquen con ellos, algo que ya establecen varios medios. En el español” El País” existe la figura del Defensor del Lector, una especie de ombudsman –termino que en un momento se pusiera de moda aquí y luego dejara de nombrarse- para que otorgue respuestas por el mismo medio a los requerimientos de los lectores.
En la agenda de los ciudadanos argentinos podemos incluir también una serie de puntos que mejoren la calidad de nuestros medios de comunicación.
7 comentarios:
me gusto el articulo y me gusto mucho el blog. yo estoy de acuerdo a que no hay que dejar que los medios de comunicacion funcionen con personas irresponsables y mal informadas como majul. estaria bueno que algun dia eso mejore para bien. besos.
Desconocía lo del Código Deontológico, sería una buena idea impulsarlo como proyecto de ley acá en el país. No hay que esperar que los medios metan la patan para tomar iniciativa como consumidores, lo mejor seria prevenir, como lo ha hecho el New York Times.
Majul y Graña son periodistas que nisiquiera valen la pena mencionar. Como dije, me gustaría ver más gente que vea Hora Clave por ejemplo, que es una muestra de verdadero periodismo serio e inteligente.
Atte.
Matías Losavio
es verdad, estudo muy interessante el articulo- mandas actualizaciones por mail? porque no encontre la barra ni nada- esta bueno el blog; pero estaria bueno qe trates mas noticias, no se- como lo de evo morales o las papeleras,, porque hace mucho que no actualizas,.
CADA SOCIEDAD TIENE LOS MEDIOS QUE SE MERECE.... EXACTAMENTE. SI MAJUL, GRAÑA, GRONDONA, ETC SON QUIENES SON Y TIENEN EL PESO QUE TIENEN ES PORQUE LA SOCIEDAD SE LOS DIO. SIN NUESTRA APROVACION ELLOS NO SERIAN NADA. MUY BUENO EL BLOG. SALUDOS DESDE CHILE. JUAN MCLEAN
Optimizar los medios de comunicación es, sin lugar a dudas, una responsabilidad pendiente en la agenda de todos.
Éstos, son el fiel reflejo de lo que nos gusta escuchar, lo que nos gusta ver, lo que nos gusta experimentar… Pero creo que no es determinante; Los medios pueden ser la mejor (o peor) carta de presentación de una sociedad, pero no es fiable como tal.
Si no, fíjense que el New York Times ha sido durante años el diario más "creíble", más leído, más respetado en muchas partes del mundo y no reflejaba -ni refleja- a la sociedad estadounidense como es, sino como se querría que sea.
Es bastante lógico, en mi opinión, que los consumidores desconfíen de lo que se dice en la televisión o de lo que se publica en los informativos.
Para no cortar con el ejemplo del NY Times, hace un par de años el diario se vio envuelto en el escándalo protagonizado por Jayson Blair, quien escribía “desde distintas locaciones de los Estados Unidos” sin moverse de su departamento en Manhattan. En el “Washington Post” sucedió el gravísimo episodio de Jannet Cooke, quien inventó a un drogadicto de ocho años y ganó un premio Pulitzer por ello en 1981 (aunque posteriormente se descubriera todo y tuviese que devolver el Premio). Para no irnos tan lejos, en la Argentina, hace no más de dos semanas, se “sabotearon” los cables de TELAM y se publicó una falsa noticia en las portadas digitales de los diarios más importantes del país, desconcertando a miles de lectores. Y así muchos casos más…
Entonces, ante un lector que no exige y al que no le son proporcionadas las fuentes (como sucedió con Clarín.com, que no citaba la información proveniente de TELAM), profesionales a los que no les interesa puntualizarlas y un administración estatal que prioriza trivialidades, coincido en que lo mejor es siempre el mecanismo de auto regulación, de autocontrol.
Creo que es importante mentalizar a la sociedad (con hincapié en los futuros profesionales) de que los lectores, oyentes, audiencias tienen derecho a acceder libremente a cualquier tipo de información que sea publicada. Internet ya significa un gran avance en ese sentido.
No hay que olvidarse que la venta de ediciones en soporte papel (de diarios, revistas, etc.) decae día a día y con el avance de la tecnología, poco a poco los tradicionales medios de comunicación dejarán de ser rentables.
Saludos.
estoy de acuerdo. pero no creo que mas gente tenga que ver a grondona tampoco. se necesitan mas periodistas como feinnman por ejemplo
esta bueno el articulo
feinnman no es periodista, es filosofo. no hay que confundir las cosas es como rozitchner pero mas inteligente. nada mas
quedan pocos buenos periodistas lamentablemente.
feliz dia a iovino y a todos los periodistas (por ayer)
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