miércoles, noviembre 09, 2005

Elecciones en Chile: una visión trasandina

Los chilenos deberán asistir a las urnas el próximo once de diciembre.
A diferencia de nosotros los argentinos, este año, ellos deberán elegir a su próximo presidente, que reemplazará a Ricardo Lagos, quien no cuenta con posibilidad de re-elección, tal lo establece la Constitución.
A diferencia de nosotros recuperaron la democracia seis años más tarde, en 1989.
A diferencia de nosotros sus candidatos debaten en público. Así lo hicieron días antes de nuestras elecciones de octubre pasado y participaron todos los presidenciables ante las cámaras de televisión. Se pudo ver en Chile y toda América, a través de señales internacionales. Participaron los cuatro candidatos que representan a partidos o coaliciones.
A diferencia de nosotros las fuerzas políticas y los candidatos representan claramente un amplio espectro ideológico, a pesar de ser solo cuatro.
A diferencia de nosotros los candidatos no se desprestigian entre sí, no se insultan, ni llevan cuestiones personales y del pasado a la exposición pública.
A diferencia de nosotros su actual presidente Lagos y una de las favoritas Michelle Bachelet, vivieron exiliados durante la dictadura y sufrieron una verdadera persecución directa o, hasta en el caso de la candidata Socialista por la Concertación, el asesinato de su padre.
A diferencia de nosotros el debate consiste en una clara y precisa apreciación de parte de cada candidato en referencia a cada tema propuesto por las moderadoras, a través de preguntas, las que debían responder en un minuto; y una repregunta, a responder en treinta segundos.
El debate del 19 de octubre fue tan ágil y meticuloso que sobró el tiempo y pudo agregarse una pregunta más a las programadas.
Los temas que se trataron fueron: la delincuencia, la desigualdad social, el papel de las grandes empresas en la economía chilena, la relación del país con EEUU y el resto de América Latina, el sistema de jubilación, una apelación a la creencia personal de cada candidato y un mensaje final de cada uno de los presidenciables a los electores. De común acuerdo no se trató ningún aspecto relacionado al pasado. Nadie remueve las heridas.
A diferencia de nosotros, en Chile, ya se sucedieron tres presidencias de la misma coalición política, la Concertación Democrática, que surgió en el referéndum previo a la vuelta democrática apoyando el “no”, en una suerte de movimiento antipinochetista.
Los triunfos de la Concertación fueron inaugurados en 1989 con la llegada a la Presidencia de Chile del demócrata Cristiano, Patricio Alwyn. Las posibilidades ahora son que, en segunda vuelta, la candidata oficialista llegue a la máxima jefatura de Estado. Pese a este panorama de una década y media de gobierno, la Concertación no concentra el poder de manera hegemónica y el equilibrio político se extiende al Congreso y a la vida política pública. A lo que hay que agregar el detalle de que Chile es una república unitaria, es decir que el gobierno es central por ley y concepción nacional, hecho que desestima la posibilidad de “un frente de gobernadores”, y la oposición sólo puede contentarse con triunfar en elecciones municipales.
A diferencia de nosotros, los candidatos concluyeron su participación en el debate sonrientes, relajados, bromeando, saludando y dialogando, teniendo presente el objetivo de procurar un país mejor y, de paso, construyendo una imagen meritoria de la dirigencia política, la que procura que su Estado no figure en record de desocupación o corrupción…. a diferencia de nosotros.
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7 comentarios:

La Dra. dijo...

También,...

A diferencia de la nuestra, la economía chilena ha sido reconocida como una de las más estables de la región (y del mundo).

Su estabilidad política junto a la fuerte macroeconomía que mantiene lo convierten en un país altamente atractivo para invertir dentro de América Latina, alcanzando cifras de inversión de más del 28% del PIB, el cual asciende a 6.400 dólares per cápita convirtiéndose en el segundo más alto de latinoamérica después de México (6.700).

Argentina (según números presentados por el Poder Ejecutivo), se encuentra cuarto con US$4.700 después de Venezuela (US$ 4.800).

A diferencia de nosotros, Chile apuesta a un Estado fuerte acompañado por una sociedad fuerte.

Creo que la Argentina le pone fichas a un estado fuerte, pero ¿No estará dejando un poco de lado a la sociedad?

¿Estaremos volviendo a lo que fuimos a principios de siglo: una potencia mundial con estragos sociales y políticos?

¿Ud. qué opina Doctor?

Saludos.

Javier Vilaboa - Diario LA REGION dijo...

Hola, como va!!!
Aqui sobre tu blog.
Periodistas argentinos bloggers.

Gustavo Alejandro Iovino dijo...

Gracias Dra. por su comentario. Y aviso a todos que ya habilité la recepción de mensajes de forma abierta para todos.
Comparto plenamente su opinión. Creo que los argentinos debemos repensar y reconstruir nuestra sociedad. En definitiva, nuestros dirigentes no llegan de ningún planeta extraño. Creo que debemos plantear una cultura de trabajo, progreso y solidaridad con claras reglas de juego (que se cumplan)y que impulsen premios y castigos, sin prebendas, privilegios y tráfico de influencias. Debemos superar nuestro propio "cambalache".
Saludos

Gustavo Alejandro Iovino dijo...

Gracias Oprimido!!! por la inclusión.
Saludos

Anónimo dijo...

Tambien esta el caso de brasil... es muy parecido al de chile.
Juampi

La Dra. dijo...

Es cierto lo de Brasil:

Con una deuda externa muy similar a la nuestra, es un país cuya economía se muestra estable más allá de los cambios políticos,y "a diferencia de nosotros", esos créditos fueron invertidos en obras públicas con rédito productivo: Brasil es país que tiene desarrollada al máximo la industria, la agricultura, la ganadería, la minería.

Son tan sutiles las diferencias históricas entre los 3 países, y tan enorme el abismo que provocaron!!

Saludos.

Anónimo dijo...

si! y ahora que brasil paga su deuda...
muy bueno el blog.
andrés