jueves, octubre 27, 2005

Salta, el día después.

¿En qué escenario nacional se desempeñará Salta luego de las elecciones?
El Presidente Kirchner salió fortificado. No solo su mujer Cristina ganó con más de veinte puntos de diferencia a su más inmediata rival, también el kirchnerismo sumó legisladores desde distantes provincias. A ellos habrá que sumar a los conversos de antes de las elecciones, que aun conservan parte de su mandato, y a los que protagonicen la diáspora desde diversos sectores.
Por la otra vereda, en son de compatibilidades (al menos probables), Cristina aplastó las pretensiones de López Murphy, paralizando su avance en el arco de la centro-derecha. Los triunfos de Macri y Sobischle aguaron la tarde al bulldog y sus pretensiones presidenciales (para varios todo un desperdicio, pagando el costo de haberse equivocado de distrito). Por la misma cuerda Romero, con su justicialismo salteño, queda a mitad de agua entre dos posibilidades: la relación con Kirchner no es de las mejores y el magro 36% obtenido no permite competir con Macri -que derrotó a Carrió y al caballo de comisario Bielsa- ni con Sobisch –que fagocitó las alianzas opositoras con kirchnerismo y radicalismo incluidos. El gobernador neuquino jaqueó al popular Intendente Radical Quiroga logrando diferenciadoras bancas para el MPN en el Concejo Deliberante. Aunque hay un dato curioso, en la capital neuquina la tercera fuerza fue el voto en blanco, que alcanzó el 15%.
El justicialismo ya está dividido y el impulso presidencial puede ahondar huella en el norte. Fellner en Jujuy y Alperovich en Tucumán, en nombre del frente aseguraron Victorias; el primero con más del 45 por ciento de los votos (y con una fractura encabezada por el ex vicegobernador justicialista Daza y el ex intendente Radical “Pajarito” Conde que, aliados, se presentaron con un frente electoral propio). Alperovich, en el Jardín de la República, garantizó cuatro diputados nacionales de cuatro en juego. El Frente para la Victoria también hizo una apuesta fuerte en Catamarca con la obtención de una buena elección por parte de los candidatos del presidente y un resultado avasallante en Santiago del Estero con una alianza con el gobernador radical, metiendo tres diputados de tres en juego.
En Salta, mientras tanto, se debe comenzar a entender un escenario de pluralismo, si bien el Justicialismo ganó con el 35,8% de los votos; el Partido Renovador obtuvo 23,7%; el Frente para la Victoria el 11,1; el Partido Obrero el 10,8 y el Radicalismo el 8,1%. Vaya fragmentación.
Romero y el Partido Renovador están mas cerca de un alineamiento con Macri y Sobisch que con Kirchner, pero se sabe que en política todo es posible.
En el escenario de pluralismo que se perfila deberá incluirse una visión estratégica regional que la deberán establecer mediante consenso los gobiernos de provincias del norte y los legisladores nacionales que las representan. Propuestas que deberán ser superadoras del signo político, la bancada a la que pertenecen o el alineamiento ideológico.
Como fuera, la provincia no puede aislarse -bajo ningún motivo- ni de la región, ni del país.

1 comentario:

La Dra. dijo...

La situación salteña es un poco lo que diferencia "el ser" del "deber ser".
Es verdad que "la provincia no puede aislarse -bajo ningún motivo-ni de la región, ni del país.", pero no se puede ignorar que hoy por hoy lo está; Salta se presenta como una isla, no sólo a nivel nacional sino también a nivel regional.
No me resulta sorprendente:
La Argentina del Siglo XX fue bipartidista,... durante mucho tiempo sólo dos partidos tenían posibilidades reales de acceder al poder, y Salta recién está "intentando escapar" de dicho esquema.
Si lo logrará o no en los próximos 2 años, es discutible. Yo me inclino por la segunda opción.