viernes, febrero 03, 2006

El papel de la inteligencia en las decisiones

La incorporación de la inteligencia a las decisiones de impacto público puede ser entendida por su aplicación en las siguientes alternativas:
Mediante la elaboración de diagnósticos y análisis, a través de los medios de comunicación y los ámbitos de exposición y debates: presentaciones académicas, conferencias, paneles, etc. Esta sería una manera indirecta por la que los grupos de poder se informan respecto a las distintas miradas, más bien científicas y técnicas, que sobre diferentes temas construyen los sectores específicos.
En un compromiso más directo, los protagonistas que actúan en los ámbitos de decisión, pueden recibir el asesoramiento y el suministro de información, material de investigación o la confección de estudios específicos.
Ambas posibilidades no se refieren solo a la esfera política sino tanto a empresas, como a organizaciones o los mismos gobiernos. En muchos países son las mismas empresas la que destinan fondos a la investigación, sin dudar, para obtener principalmente beneficios económicos en la aplicación de los resultados.
En todos los casos las tareas de incorporación del pensamiento a los problemas de impacto público deben tener como protagonistas a expertos en disciplinas o áreas específicas del conocimiento.
Para el primer caso enunciado, los expertos pueden ayudar a permitir la dilucidación o esclarecimiento sobre los diversos puntos de vista desde los cuales puede comprenderse un fenómeno o una situación. La tarea principal es la de esclarecimiento y propulsión de debates y discusiones. En estos casos, es más notable la participación de expertos nacionales que exponen sus pareceres en diversos medios y ámbitos, generalmente desde la economía y la política como escenarios hegemónicos.
Debemos admitir que en las provincias es mucho más difícil advertir una prolífica participación de expertos en diversos temas como: presupuesto, deuda pública, reforma política, desarrollo, etc., muchas veces por la carencia de instituciones que brinden a los especialistas un ámbito de independencia tal que les permita prescindir de las influencias propias del poder establecido. Lamentablemente esta situación constituye un mal presagio, puesto que construye cierta homogeneidad en el pensamiento "políticamente correcto" o ligado al "establishment" intelectual.
Sobre la segunda posibilidad de participación de los expertos debemos admitir que no ha sido ampliamente desarrollada, excepto en actividades más bien técnicas que científicas. También es de lamentar que en muchos casos algunos intelectuales o expertos han sido tentados con su participación en la actividad política, cosa que no es en absoluto incompatible, pero que aleja en muchas ocasiones al intelectua de la fortaleza de su pensamiento y lo empuja a la acción y la praxis de las exigencia electorales.
Caso opuesto, es el del político profesional o tradicional, que entiende a su actividad como factible de prescindencia del asesoramiento del intelectual o el científico.
Los cuadros de dirección, en la empresa, en las instituciones o en la política, deben entender bien el papel que asesores e investigadores deben cumplir a esta altura de los tiempos, como lo es la incorporación del pensamiento y la severa justificación racional como elementos validadores de las decisiones a tomar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tanto tiempo!! volvi de mis vacaciones y volvi a leer el blog. esperaba encontrar algo sobre las papeleras y los cortes de ruta! sigue estando bueno el blog igual.
saludos

Luján.